¡Metamorfosis inversa!
Michael Alberto Martínez Soto, redactor “CRHoy” , la exdirectora de Silvia María Ulloa Castro, consideran que el periodismo debe responder a un esquema marcado por la arrogancia y durante la campaña electoral de 2018 se atribuyeron derechos que no les correspondían.
Fueron, como una gran parte de la prensa canalla y servil de intereses partidarios corruptos, parcializados y antiprofesionales en el manejo de las informaciones.
Por eso se entiende que me vilipendiaran desde distintos frentes, con el único fin de perjudicar mi candidatura presidencial, basados en informaciones tendenciosas, medias verdades y trucos informativos – como el uso de fuentes anónimas, no para protegerlas, sino para ampararse ellos mismos en un hacer periodístico rastrero y crimina -, y en informaciones sensacionalistas sin sustento alguno, como buenos pupilos de Goebbels. Vale destacar que, en esos días de sala de torturas en Sabana Sur, la pareja Pilar Cisneros y Edgar Espinoza, eran los asesores de su achichincle Silvia Ulloa… hacían trabajo voluntario y gratuito… de las seis a las catorce horas, como más de una vez me contó el licenciado Arguedas.
De esta manera, en la nota publicada el 31 de enero de ese año, con el titular “7 candidatos se negaron a revelar sus declaraciones de impuestos”, intentaron obligar a los aspirantes a entregarles información, como si “CRHoy” fuera un tribunal nazi o inquisidor. Descarados.
En este caso concreto, la noticia iba firmada por Michael Alberto Martínez Soto, pero en otros se refugiaban cobardemente en la nota sin firma, amparados en la fórmula “Agencias/ Redacción”. Lo anterior significa que muchas veces el medio se amparaba en ese proceder para hacer afirmaciones infundadas y así despedazar moral y políticamente sus blancos de turno, para proteger las decenas de miles de millones prestados por el Banco BCT a los cuatro partidos que le generaron mil ochocientos millones de colones a los inversionistas anónimos y amigos de Leonel Baruch. El plan fascista era contundente… “ni presos, ni heridos”…
Al conocer con qué tipo de medio informativo me enfrentaba, en un acto de seriedad y responsabilidad me negué a seguirle el macabro juego a “CRHoy” y no le entregué ningún tipo de información sobre el manejo y mis obligaciones tributarias.
Mi posición hizo que aflorara la prepotencia, la altanería y la ignorancia de quien están al frente de ese medio y del periodista Michael Alberto Martínez Soto, aunque no usa su primer apellido. Conflicto sin resolver que lo atormenta.
La “invitación” para que les entregáramos información confidencial en relación con nuestras obligaciones tributarias, la había realizado “CRHoy” el jueves 25 de enero de 2018. Ya cuando contaban con datos tributarios de varios candidatos obtenidos criminalmente, para camuflar el plan delictivo.
No obstante, “CrHoy” utilizó información confidencial y protegida por ley, para hacerme un daño letal a nivel moral, profesional y sobre todo electoral.
De esta manera, el 2 de febrero de 2018, “CRHoy”, abra la llave del pestilente gas de la canallada, amparados en una nota sin firma, publicó la siguiente información:
“Denuncian que Juan Diego Castro utiliza maraña empresa para supuesta evasión fiscal”.
En un acto sin precedentes, “CRHoy” refugiándose en el anonimato de una de sus fuentes, incurren en un delito con pena de prisión de hasta 5 años, al enterarse de datos protegidos jurídicamente y permitir su publicación falsa.
El 29 de enero siguiente, en una información también sin firma, que no era ni una noticia, ni una opinión, sino más bien una mezcla de ambas, en un proceder alejado de la más elemental ética periodística, “CRHoy” me atacaba abiertamente.
En esta información que llevaba como titular: “Juan Diego Castro ataca a todos los medios menos a su cliente estrella” (Pilar Cisneros y Silvia Ulloa detestan a los Santos y Picados), “CRHoy” sucumbe a su coprofagia y se muestra con una charlatanería y una irresponsabilidad sorprendentes, no solo porque publicó información protegida legalmente, sino también porque incluyó comentarios de periodistas aficionados y comprometidos.
En dicha nota, hay sesgo en todo, en un desequilibrio informativo solo digno de un grupo periodístico que no respondía al oficio como tal, sino a intereses bancarios y al servicio de los partidos corruptos.
“Censurar a aquellos medios que lo critican o lo cuestionan no es un acto de valentía ni de libertad. Hugo Chávez, Nicolás Maduro, Rafael Correa y Evo Morales emplean esa práctica, recurriendo a medios oficialistas o a sus redes sociales para decir cualquier cosa, sea cierta o no, y evitar ser cuestionados. ¿Será ese el estilo que quiere imponer don Juan Diego Castro”, dice unode los párrafos de la referida nota del 29 de enero de 2018?
Es un texto de antología porque de forma deliberada, malintencionada y maliciosa mezcla información con opinión, al tiempo que hace una analogía falsa, absolutamente falsa, y pone a la par de los citados presidentes, y lo hace con el fin de que se me tache de antidemocrático.
De nuevo, “CRHoy” recurre al juego de la información sin firma, solo respaldada por esa vaguedad que dice “Agencias/Redacción”. Es como se observa un truco pendejo y asqueroso. Una manera de mentir, pero es un detalle que, por lo general, los lectores pasan por alto.
Detrás de ese tipo de informaciones estaban, entre otros, Michael Alberto Martínez Soto y Silvia María Ulloa Castro, quienes fueron galardonados en 2018 con el Premio Pío Víquez de Periodismo, con lo cual el galardón vivió sus horas más bajas, y después se desplomó con el tal Delfino.
En esa vileza propagandística y la falta de ética periodística, Michael Alberto Martínez Soto fue aupado y dirigido por Silvia María Ulloa Castro, y ambos han hecho del citado medio un periódico digital que supero en el número de amebas a La Nación, del que no se diferencia en nada en términos cualitativos.
El periodismo de Michael Alberto Martínez Soto se vincula con ese amplio grupo de comunicadores que tienen como base a La Nación, Punto y Aparte y el Instituto de Prensa y Libertad de Expresión (IPLEX), este último encabezado por Eduardo René Ulibarri Bilbao, condenado en 1998 por proferir injurias contra mí a través del periódico llorentino.
Con la arrogancia como bandera, Michael Alberto Martínez Soto, solo usa Soto, es uno más de la prensa canalla… después del retorno a la pupa, en la morera del jardín de la infamia de Baruch…