Amelia Susana Rueda Ahumada

A la orden de Fernando Contreras López. CDR. Repretel

Mal maquillada de “periodismo” y transparencia”

El hecho de hablar de transparencia en una función tan noble como el periodismo, no significa que quien lo haga practique y respete los postulados de tan estimable profesión.

El caso más elocuente al respecto es el de Amelia Susana Rueda Ahumada, periodista que desde los tiempos en que don Rodrigo Fournier dirigía el noticiero de canal 7, apareció en escena.

Ahora su participación la realizada desde su programa “Nuestra voz”, que transmite por Radio Monumental y desde su sitio web “ameliarueda.com” y en ambos hace alarde del buen periodismo y la transparencia, aspectos que de tanto repetirlos en su discurso se vuelven sinónimos, no obstante, la realidad de las cosas es muy diferente.

La falta de precisión, los intereses ideológicos y económicos marcan mucho el periodismo impulsado por Amelia Susana Rueda Ahumada y eso queda evidente en cada emisión y en la manera en que gestiona la página web.

Así, por ejemplo, Amelia Susana Rueda Ahumada me atacó  al ligarme con la publicación de la que se hizo eco su programa y su sitio web en relación con los Papeles de Panamá y lo hizo sin que en verdad yo tuviera ninguna participación indebida en actos con los cuales se me quiso relacionar.

La falta de profesionalismo, el afán de sensacionalismo y la superficialidad del periodismo desplegados por Amelia Susana Rueda Ahumada y su retoño Antonio Jiménez Rueda los llevaron a decir y afirmar situaciones totalmente alejadas de la verdad en relación conmigo.

Los Panamá Papers, publicados en Costa Rica por el sitio “ameliarueda.com” y el Semanario Universidad, incurrieron en imprecisiones en varios temas y en concreto con el relacionado con mi persona, porque la situación con la que se me trató de vincular no tenía ninguna base en la realidad.

Al respecto, expresé: “Hace más de 15 años llevé un caso de investigación del Ministerio Público, en el que nunca fueron acusados: Hermes Navarro y Jerry Ten Brink. Ambos clientes fueron sobreseídos. Nunca hubo juicio.

No soy abogado tributarista, ni corporativo. Mi desempeño profesional en ese litigio fue transparente y técnica y éticamente correcto. Basado en pruebas confiables y en peritaciones oficiales. Recibí honorarios legales y los reporté oportunamente a la autoridad fiscal, desde entonces”.

Pese a ello, la estrategia mediática ya estaba en marcha y busca dañar mi nombre por un pseudoperiodismo que se disfraza al basarse en hechos contrastados y verificados, lo cual no es cierto.

Ante el atropello en mi contra,  aproveché para hacerle una serie de preguntas públicas a Amelia Susana Rueda Ahumada, ante las cuales nunca recibí respuestas, pese a que los cuestionamientos eran específicos.

¿Por qué el Banco Nacional le pagó por concepto de publicidad ¢39 millones? ¿Por qué el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) le pautó la suma de ¢47 millones en su página? ¿Qué tipo de asesoría le realizó a la entonces presidenta de la Corte Suprema de Justicia en el campo de la igualdad femenina?

Estas y otras preguntas de relevancia le hice a Amelia Susana Rueda Ahumada sin que hasta hoy la comunicadora se haya manifestado abiertamente, en consonancia con la transparencia que dice practicar.

También mee pregunté cómo hizo Amelia Susana Rueda Ahumada para comprar dos pisos en las Torres del Paseó Colón, donde cada uno tenía un valor de $150.000 y en principio era un espacio creado con un fin eminentemente residencial.

De igual manera, cuestioné en su momento el hecho de que el edificio donde se ubican las oficinas de “ameliarueda.com” fue exonerado del pago de impuestos, precisamente porque uno de los propósitos era que contribuyera a la regeneración y repoblamiento de San José y no que sirviera para oficinas de ese tipo.

Pese a los puntuales cuestionamientos, a Amelia Susana Rueda Ahumada, ella nunca respondió y siguió en la línea que marca su periodismo, y que consiste en denunciar a todos aquellos alejados de su círculo de poder.

Es decir, es un periodismo que se presenta bajo la máscara de ser objetivo, equilibrado y transparente, pero en el fondo la aritmética no cuadra y resulta que Amelia Susana Rueda Ahumada no aborda temas de interés que puedan perjudicarle la pauta publicitaria.

Sin embargo, quienes la escuchen podrán comprobar su implacabilidad en ciertos temas, mientras los de mayor peso periodístico duermen la noche de los justos.

De forma tal, que toda esa “evangelización periodística” que le permite presentarse como impoluta, siempre ligada a la verdad de los hechos para informar con altura y con ética, no es más que una fachada y en el fondo el periodismo que hace Amelia Susana Rueda Ahumada es parcializado, poco profundo, antojadizo, interesado y manipulador.

El público costarricense, que es inteligente y educado, ya lo ha advertido y por eso tanto su programa “Nuestra voz” como su página web han ido perdiendo credibilidad, lo que sucede es que las agencias de publicidad por un lado y la pauta de las empresas estatales por otro, le permiten mantenerse al aire.

No obstante, ello, el periodismo prevalece en el tiempo si tiene una real credibilidad, y eso es lo que Amelia Susana Rueda Ahumada ha ido perdiendo de manera constante con el paso de los años, al punto de que llegará a fosilizarse por su falta de transparencia y de profundidad.