Hulda Miranda Picado

Incubada en La Nación A la orden del exrector Jensen, UCR y al servicio politiquero del PAC y FA

La saña y la mentira como maña antiperiodística

Hulda Miranda Picado, es una periodista  formada en La Nación y con ello ya se dice todo. Por eso, cuando se dio esa estampida de comunicadores del diario llorentino, muchos de ellos recalaron en el Semenario Universidad (perversidad), el medio producido y financiado por la Universidad de Costa Rica y que, por lo tanto, debería guardar un equilibrio periodístico que perdió en los últimos años, desde que el Partido Acción Ciudadana está en el poder.

Con la escuela de La Nación a sus espaldas, Hulda Miranda es una periodista que se caracteriza por anticiparse a la verdad. Es decir, la mueven los prejuicios antes que los principios que deben de regir su profesión u oficio.

El 15 de enero de 2018, con el título de “Juan Diego Castro: ¿nepotismo o coincidencia”, Hulda Miranda Picado dejó entrever en el Semanario Universidad todo el veneno y la falta de profesionalismo que le caracteriza y también ventiló a los cuatro vientos cómo sus técnicas se apegan a los oscuros preceptos que por años ha manejo La Nación, donde tuvo como jefe a Ernesto Rivera Casasola, quien luego la llevaría al Semanario Universidad.

 ¿Y cómo se podría llamar eso? ¿Se atreve la muy correcta periodista a ponerle un adjetivo? ¿Cómo se explica que Hulda Miranda Picado llegara directamente a coordinar la unidad de investigación del Semanario Universidad sin haber escrito nunca antes una sola línea en ese medio universitario? ¿De qué influencias estamos hablando? ¿Qué fácil es buscar falsas conexiones, como hicieron conmigo y mi amada esposa Sara Castellón, y no mirar la paja en el ojo propio?

Qué fácil, como puede apreciarse, es ir por el mundo con una pluma y un micrófono juzgando a los otros, sin determinar que las piedras más ínfimas pueden destruir ese delgadísimo techo de vidrio que nos cubre.

En el titular de la nota escrita por Miranda Picado, ya hay un juego macabro, porque al no tener documentación suficiente y contundente para sostener los dardos con que disparaban, la periodista recurre al viejo truco de poner entre signos de pregunta la afirmación para acusarme de nepotismo.

Eso es lo que se denomina una interrogante retórica, que en la práctica lingüística se transforma en una afirmación y es precisamente a lo que recurre la periodista que alguna vez trabajó en sucesos y que escaló muy rápidamente en el diario La Nación. ¿Medió solo el talento de la periodista para pasar de sucesos a investigación o se movieron algunas influencias para que luego su mentor se la llevara al Semanario Universidad, ese medio que otrora tanto despreciaran los periodistas que se vestían con la camiseta del diario llorentino?

Hulda se atreve a señalarme en la nota del 15 de enero de 2018 de haber caído en la práctica del nepotismo, por el simple hecho de que Sara trabajase en el Ministerio de Seguridad y luego también en el de Justicia, mientras fui ministro de esas carteras.

Es sorprendente cómo la odiosa “extrapolación de los hechos”, técnica aprendida en La Nación, Miranda Picado la lleva al extremo, con el afán único de convencer al lector de que yo había faltado a mis deberes  y había incurrido en un error cuando a lo largo de mi vida he combatido con toda mi alma la corrupción en la función pública.

 “A pesar de que el candidato a la presidencia de la República por el Partido Integración Nacional (PIN), Juan Diego Castro Fernández, ha lanzado duras críticas contra la práctica de nombrar a familiares o amigos en instituciones públicas como la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y la Cancillería, su actual esposa, Sara Castellón Shibles (con quien se casó en el 2000), fue contratada en el Ministerio de Seguridad tras asumir Castro como jerarca y luego inició labores en Justicia, precisamente el día que el hoy candidato asumió como Ministro”.

De esta manera, lanzó el primer dardo en la citada información Hulda Miranda Picado, tratando de sensibilizar al lector para luego decirle, ese hombre probo, que alza la voz contra prácticas nefastas en el Estado, no es lo que parece.

Juan Diego Castro asumió como ministro de Seguridad el 8 de mayo de 1994, durante la presidencia de José María Figueres Olsen, quien llegó al poder con el Partido Liberación Nacional (PLN). De acuerdo con datos del Ministerio de Seguridad, Sara Castellón entró a laborar a esa institución el 1º de agosto de 1994 (tres meses después de que asumiera Castro como ministro). La esposa del candidato del PIN obtuvo un nombramiento en propiedad en la Asesoría Jurídica de la Fuerza Pública. Castellón se incorporó al Colegio de Abogados el 21 de diciembre de 1995”, escribió Hulda Miranda Picado en el Semenario Universidad.

Se puede notar con la claridad del agua cómo la periodista trata de enhebrar, de tejer una trama que no existe. Un “nepotismo” indemostrable porque nunca se dio. Por eso con los pocos datos procura llevar al lector a que llene los vacíos en su información y a partir del juego macabro de enlaces neurológicos aspira que al final de la nota se crea que yo falté a mi transparencia.   Pocos días después Djenane Villanueva Monge, “plagio” la patraña y lanzó la misma pregunta en el debate presidencial de Repretel.

Lo que hace Hulda Miranda es una práctica cotidiana en La Nación, medio que ideológicamente me adversó desde el primer hasta el último día la campaña electoral. Ahora el escenario en que se desarrollaba la contienda era el Semenario Universidad, periódico que durante la campaña se convirtió en un bastión del PAC.

Como Miranda Picado y su mentor Ernesto Rivera Casasola no encontraron la forma de demostrar su pobre e insostenible tesis del nepotismo, con el que trataron de enlodar mi imagen, pasaron al ataque personal y profesional, al cuestionar el hecho de que el candidato tuviera un bufete en el que trabaja mi esposa.

Ante un periodismo de insuficiencias, odio y perversa desinformación. Un periodismo supositivo. Un periodismo de prejuicios, lo que queda es el ataque personal que va aparejado con la descalificación.

“Castro y Castellón laboran actualmente en el bufete Júrisis. El candidato se negó a responder a UNIVERSIDAD si él es el único dueño del bufete. Su esposa aparece como secretaria de las juntas directivas de las cinco sociedades con el nombre de Júrisis y presididas por Castro”.

¿Qué interés periodístico puede tener el hecho que se cita de quién es el dueño del bufete Júrisis?

La saña está en crear la duda, en intentar involucrar el hacer laboral con el de una candidatura que aquel momento surgió del clamor de un grupo de costarricenses preocupados por el rumbo sin norte que llevaba el país, y que con la presidencia de Carlos Alvarado se ha intensificado todavía más.

De igual manera, a una serie de preguntas que llevaban como sello la malicia, el prejuicio y la provocación, les contesté con contundencia, fue entonces cuando la periodista y el Semenario Universidad aprovecharon para sostener que yo respondía “con insultos”.

En dichas preguntas hacían gala de su desinformación y de plegarse al coro de ataques de buena parte de la prensa comercial, al utilizar declaraciones pactadas y manipuladas de mi señora madre, qdg, Carmen Fernández, en lo que era un asunto familiar, para intentar hacerme, una vez más, todo el daño posible.

Bajeza, canallada, vileza: ese fue el proceder de Hulda Miranda Picado y el Semanario Universidad en una campaña abierta y sin límites contra mí. Lo peor de todo es que este periódico es financiado con recursos de todos los costarricenses y en ese momento estaba en manos de un grupo de periodistas formados durante muchos años en La Nación, un medio especializado en mentir y destruir el honor ajeno cuando no simpatiza con una persona y que en mi caso ya llevaban tres décadas de descalificarme sin que hasta ahora lo haya conseguido de la forma en que lo ha soñado ese pasquín llorentino.

La campaña desplegada por el Semenario Universidad en la contienda de 2018, encuentra en estas notas de Hulda Miranda Picado un ejemplo perfecto de cómo se atropella la ética y de cómo la ideología destructora del prejuicio y la arrogancia son armas en manos de periodistas inescrupulosos, como el caso que nos ocupa.

Ese es el periodismo que aprendió a realizar Hulda Miranda Picado en La Nación y que se llevó al Semenario Universidad, donde la esperaba su mentor Ernesto Rivera Casasola, con el cual formó un dúo dispuesto a proferir injurias y desinformaciones en mi contra.

La mala saña. El mal proceder. Periodismo supositivo y sensacionalista. Como dijera el maestro de periodistas Carlos Morales: “El periodismo costarricense está destruido ”. Razón llevaban sus palabras y Hulda Miranda Picado es un fiel reflejo y ejemplo de que ese viejo profesor no se equivocaba.

Hulda se reincorporó al Colegio de Periodistas el 4 de febrero del 2020, Acuerdo Junta Directiva COLPER 08-05-20. ¿Cómo hizo antes?

El 12 de noviembre del 2020, Hulda ataca de nuevo y delinque

En el expediente 20-002571-0175-PE de la Fiscalía Adjunta del Segundo Circuito Judicial de San José, se tramita la querella de acción penal pública contra Hulda Miranda Picado, por el delito de desobediencia a la autoridad en perjuicio de la Autoridad Pública  y Juan Diego Castro Fernández. El fiscal Mauricio Boraschi y la fiscala a cargo, obstaculizaron el caso.

Por eso, de conformidad con los artículos 24 y 41 de la Constitución Política; 1, 4, 6, 70, 71, 75, 76, 77, 180, 181, 182, 183, 303 y 304 del Código Procesal Penal y 314 del Código Penal, presente querella de acción penal pública por el delito de desobediencia a la autoridad, en contra Hulda Miranda Picado, conforme a los hechos que expondré.

.

Datos que identifican a la querellada.  Hulda Miranda Picado, mayor, costarricense, casada, periodista, cédula de identidad número seis cero trescientos setenta y dos cero ciento cinco, vecina de San José, Desamparados, Urbanización Tica Linda, casa 8-C. Es la coordinadora de “Interferencia” de las radioemisoras de la Universidad de Costa Rica, es licenciada en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo por la Universidad de Costa Rica, ha sido editora de sucesos y judiciales de La Nación y editora de investigación del Semanario Universidad y utiliza la dirección electrónica  hulda.miranda@ucr.ac.cr

Puede ser localizada en su trabajo en las Emisoras radiales de la Universidad de Costa Rica, Campus Rodrigo Facio, San Pedro, Montes de Oca, San José, y mediante su correo electrónico huldamp@gmail.com y su teléfono celular  número 8982-6530. “Interferencia” es una plataforma de análisis, investigación e interpretación de las Radioemisoras UCR y transmite en vivo en las tres emisoras universitarias 96.7 FM, 101.9 FM y 870 AM.

Relación clara, precisa y circunstanciada del hecho punible.

Primero. El  doce de noviembre del año dos mil veinte, en la Sala de Juicios  número cuatro, tercer piso del Edificio de los Tribunales de Justicia del Segundo Circuito Judicial de San José, el Tribunal Penal, al final de la primera audiencia  de ese día, en el juicio oral y público atinente a la causa diecinueve guión cero cero cero guión cero novecientos cincuenta y uno guión PE,  querella por difamación contra Claudia Campos Rodríguez y Marlon Mora Jiménez, en perjuicio del suscrito, así como acción civil resarcitoria contra ellos y la Universidad de Costa Rica, la querellada fue advertida juez presidente para que no grabará, ni registrará la imagen y la voz del querellante.

Segundo. En el registro audiovisual certificado por el mentado tribunal, en el disco compacto que forma parte de la evidencia de este expediente, escuchamos y observamos las siguientes manifestaciones del juez presidente y los abogados, después de que ingresa la periodista querellada, Hulda Miranda Picado:

Lic. Franz Paniagua, juez presidente: Ah muy bien, perdón, es que ya se incorporo la periodista, bien, informarle a la…, ¿usted es de Radio Universidad verdad?, de la Universidad de Costa Rica, bueno, informarle de que puede cubrir el juicio, solamente hay una limitante que expuso la acusada Claudia, que es que no se filme, que no haya ningún tipo de filmación, entonces para que no baya a ser filmada la imagen de ella

(Se observa al suscrito querellante Juan Diego Castro levantar a la mano para pedir la palabra, pero el juez presidente no lo ve)

ahora si, recordarle tanto a la periodista que se apersona, como a los que están acá presentes, de que si faltan a ese deber y hubiese alguna filmación, podrían incurrir un delito de desobediencia a la autoridad, para que tengan eso presente.

Lic. Franz Paniagua, juez presidente: Bien entonces…

Defensor particular Campos Calderón, levanta la mano y pide la palabra.

Lic. Franz Paniagua, juez presidente:  ¿Sí?

Defensor particular Campos Calderón: Si perdón. Ahora otra gestión, me dice doña Claudia que ella no tiene ningún problema en que la Radio, o la persona que acaba de entrar como periodista, a ella le filme su imagen y grabe su voz.

Lic. Franz Paniagua, juez presidente:  Bueno esta bien.

Defensor particular Campos Calderón:   Y lo otro, cuando yo pregunté señor Juez, al principio, es que me confundí, no era cual medio era el que iba a entrar, sino cual eran los medios que estaban, los medios de comunicación que estaban acreditados, que están desde ayer, que según yo no son medios de comunicación.

Lic. Franz Paniagua, juez presidente:  Bueno cuales… ¿cuales serían?

(contesta la técnica judicial, quien no tiene micrófono y no se escucha con claridad lo que expresa)

Lic. Franz Paniagua, juez presidente: Es de carácter administrativo, tal vez entonces voy a preguntarle a los periodistas mas bien que nos informen cual es el medio que cubren.

(Habla un comunicador y no se entiende lo que dice)

Lic. Franz Paniagua, juez presidente:  Y decir que la presencia de los periodistas, todos los periodistas, de tanto los que estuvieron el día de ayer como los que estuvieron el día, de hoy fue autorizada por la administración, por eso es que no tenia a mano esa información.

(…)    El tribunal decreta un receso      (…)

Lic. Franz Paniagua, juez presidente:  Bien, también por una cuestión de absoluta transparencia, y como prueba de que el Tribunal es ajeno a la participación de los medios de comunicación, y para que no quede ninguna duda al respecto, la compañera auxiliar me ha hecho llegar una nota con el nombre y lo medios que están cubriendo este debate, que fueron autorizados por la administración, verdad, que eso les quede bien claro. Bueno, para su conocimiento tenemos, que esta presente Hilda Miranda Picado, cédula número 6-372-105 de Radioemisora Universidad de Costa Rica. ¿eso es correcto?

La querellada Hulda Miranda: Hulda.

Lic. Franz Paniagua, juez presidente: ah… Hulda, ah, perdón, es Hulda, no es Hilda sino Hulda, Hulda Miranda Picado.

Lic. Franz Paniagua, juez presidente: Luego tengo a Franco Cerrutti, cédula 8-117-780, y a su asistente Gabriel López Rodríguez, cédula 1-1754-969, del medio AGP. ¿Esa información es correcta?

(Habla un comunicador desde atrás y por no tener micrófono no se entiende lo que dice)

Lic. Franz Paniagua, juez presidente:  Muy bien. Entonces de esta manera quedan enterados de la participación de ellos. Volverles a reiterar, no ha sido un asunto resorte de este Tribunal, la admisión de estos medios, eso es una decisión de carácter estrictamente administrativo. Entonces, si no hay otra gestión mas que resolver, pasaríamos a continuación al testigo, a Carlos Alberto Morales Castro.

Ingresa testigo Carlos Alberto Morales Castro, quien es juramentado por el Juez presidente, así como dadas las indicaciones para su declaración como testigo y tomados sus datos personales.

Lic. Franz Paniagua, juez presidente:  Vamos a ver, este es un testigo de la parte querellante, bien, le daríamos entonces la palabra al licenciado Juan Diego, nada mas que, hay que tomar nota, estaba consultando con los conjueces, de que estamos a las 11:41, quería consultarle si estima conveniente iniciar con la declaración de don Carlos, y se puede hacer una pausa para el medio día, o si prefiere para no cortar su declaración, hacerlo de seguido en la tarde, usted me indica cual seria su estrategia de ustedes, si se puede hacer ese espacio para la hora de almuerzo.

El suscrito Juan Diego Castro: Señor juez presidente, señora conjueza, señor conjuez, señoras querellada y defensora, señor querellado y defensores; en primer lugar quiero pedirle al Tribunal de la manera más respetuosa y seria, que le haga saber a la periodista Hulda Miranda, a quien hice referencia en mi intervención anterior por haber publicado noticias falsas y ofensivas en mi contra en el Semanario Universidad, que esta parte y que el testigo Carlos Morales, no estamos de acuerdo en que nos tome fotos o nos grave nuestra voz.

Lic. Franz Paniagua, juez presidente: “Muy bien, si, se le hace esa observación, no podría haber grabación, podría usted tomar anotaciones, pero no pueden registrarse ni la imagen ni la voz del abogado, ni del testigo; si usted falta a ese deber, usted incurriría en un delito de desobediencia a este Tribunal.”

El suscrito Juan Diego Castro: En cuanto a lo que su autoridad plantea, sobre si, voy a iniciar el interrogatorio o no de don Carlos, es un dilema, digamos, un tanto complicado porque don Carlos ha venido ayer, ha venido hoy, y también comprendo que seria incomodo iniciar un interrogatorio diez minutos para cortarlo, entonces, como frente a una especie de estado de necesidad procesal, yo voy a optar por solicitarle al Tribunal que suspenda de una vez, que si podemos adelantar un poquitito en la tarde, pues que sea y que don Carlos empiece a hacer su declaración después. Cuando yo dije que no tomara fotos es que no filme y que no grabe.

Lic. Franz Paniagua, juez presidente: Si, esa ha sido la disposición del Tribunal.  (…) Don Carlos, yo se que usted ha tenido suma paciencia, desde el día de ayer ha estado acá en los Tribunales, pero por situaciones accidentales en el transcurso del debate, se nos ha demorado recibir su declaración, sin embargo, si es conveniente no cortar su discurso para, este, recibirlo de manera concentrada, que todas las partes tengan la oportunidad de escucharlo y de interrogarlo, entonces le pido las disculpas del caso, la paciencia y nos estaríamos viendo a la una y treinta. Que pasen entonces buenos días y nos vemos a la una y treinta todos.

Tercero. El Juez presidente, le advirtió con claridad y precisión a Hulda Miranda Picado (periodista experimentada que ha cubierto juicios penales durante muchos años, desde que fue reportera de sucesos en La Nación, quien además comprende perfectamente nuestro idioma), que “no podría haber grabación, podría usted tomar anotaciones, pero no pueden registrarse ni la imagen ni la voz del abogado, ni del testigo; si usted falta a ese deber, usted incurriría en un delito de desobediencia a este Tribunal.

Cuarto. Hulda Miranda, con plena comprensión del significado de las palabras dichas por el juez presidente, desobedeció dolosamente la orden emitida por el juez presidente del Tribunal Penal del Segundo Circuito Judicial de San José, realizó una publicación en el espacio denominado “Interferencia” de la pagina web de Radio Emisoras UCR, en la cual publicó una fotografía del suscrito, utilizando injustamente su imagen, como consta en la publicación de su pasquín “Interferencia” en internet, https://radios.ucr.ac.cr/2020/11/interferencia/juan-diego-castro-se-enfrenta-a-un-viejo-rival-en-un-juicio-contra-alumna-de-la-ucr-no-le-meto-un-tiro-porque-creo-en-dios/

Quinto.  Hulda Miranda publicó la fotografía del suscrito horas después de haber escuchado y comprendido la orden de la autoridad, el juez Franz Paniagua del Tribunal Penal del Segundo Circuito Judicial de San José, como se desprende del contenido del texto publicado, junto con la fotografía del suscrito, así como de la declaración de indagatoria realizada por la misma querellada, quien acepta que la publicación es posterior a la orden del juez. Actualmente, esta fotografía continúa publicada en el mismo enlace, provocando un incesante daño a la imagen del suscrito querellante.

Sexto.  La orden de la autoridad de NO REGISTRAR la imagen ni la voz del suscrito fue dirigida expresamente a la querellada, -quién aclaró una vocal de su nombre-  y ella escuchó perfectamente no podía registrarla en ningún lugar, menos en una publicación en internet. Al hacerlo dolosamente, desobedeció la orden de la autoridad judicial e incurrió en el delito acusado.

Calificación Legal. Los hechos querellados encuadran en el delito de desobediencia a la autoridad, previsto y sancionado en el artículo trescientos catorce del Código Penal.

Fundamentación Jurídica. Las conductas desplegadas por la periodista Miranda Picado, encuadran en los elementos típicos del delito acusado. Actuó dolosamente, con total voluntad y conciencia, pues es una profesional veterana en el ejercicio del periodismo, fue editora de sucesos y judiciales de La Nación.

El verbo empleado por la autoridad cuando fue advertida “no pueden registrarse ni la imagen ni la voz del abogado”, fue claro y tajante. La querellada registró la imagen del querellante donde menos debió hacerlo, en una publicación en internet.

Miranda Picado desobedeció la orden emitida por la autoridad judicial, adecuó su conducta delictiva al tipo penal del artículo trescientos catorce del Código Penal.

Prueba documental que rola en autos

1.- Certificación notarial número 105-2020 expedida por el notario Jorge Antonio Rodríguez Bonilla, a las doce horas cinco minutos del trece de noviembre del dos mil veinte, para acreditar que la querellada decidió publicar la imagen que ella misma tomó del querellante, a pesar de haber sido prevenida por el Tribunal Penal del II Circuito Judicial para no hacerlo, en protección al derecho de la imagen del querellante.

2.- Certificación y disco compacto expedidos por el Tribunal Penal del Segundo Circuito Judicial, sobre el respaldo audiovisual de la grabación de la primera audiencia del doce de noviembre del dos mil veinte del juicio relativo al expediente 19-000101-0951-PE.

3.- Copia certificada en DVD de la grabación de la primera audiencia del doce de noviembre del dos mil veinte, del juicio relativo al expediente 19-000101-0951-PE, que se pedirá al Tribunal Penal de este Circuito Judicial, con el propósito de conservarla con el debido cuidado, para evitar el deterioro de los datos digitales y respaldar a la copia que ya existe en autos.

4.- Certificación del rector de la Universidad de Costa Rica.

Solicítese al Rector de la Universidad de Costa Rica, Dr. Gustavo Gutiérrez Espeleta,  se sirva certificar con relación a la querellada Hulda Miranda Picado: cédula de identidad número seis cero trescientos setenta y dos cero ciento cinco: a) Los estudios realizados en esa universidad y los grados académicos que ha obtenido. b) Los cargos y puestos que ha ostentado en la Universidad de Costa Rica, hasta la fecha actual. c) La reglamentación y estructura de las radioemisoras de la Universidad de Costa Rica, sus responsables y organigrama.

CASO CONCILIADO.  La audiencia de conciliación en este caso, fue celebrada el día 19 de enero del 2022, en el Juzgado Penal del Segundo Circuito Judicial de San José. Las partes llegaron a un acuerdo,  según el cual el querellante y actor civil, desistió de las acciones penal y civiles.  Además el demandante Castro Fernández, ante el asombro de la acusada, autorizó que no fuera registrada la conciliación en el registro de antecedentes penales de ella y exoneró a la Universidad de Costa Rica de la responsabilidad civil. 

La jueza Valeria Campos Mejía, dictó la sentencia de sobreseimiento a las 9:23 horas de ese día, debido al acuerdo de las partes.   El querellante increpó a fiscal Yorleny Ching Cubero, por la conducta adversarial que desde hace muchos años, desde Limón, ha demostrado contra el autor de este libro.